Una vez más, la capital de la provincia vivió la tradicional Fiesta Provincial del Deporte. Sin dudas que el evento fue evolucionando acorde a los tiempos que corren. Porque la modalidad avant en los jardines es algo cada vez más duradero en el tiempo y placentero para empresarios, deportistas, funcionarios e invitados en general.
Una recepción increíble, con el agua como testigo, donde nadie habla con nadie y todos hablan con todos. Exquisiteces de Silvia González para romper la noche, con bebidas de todo tipo y ubicaciones para todos los gustos. Todo coordinado por CA Eventos, una empresa que crece en Santa Fe a pasos agigantados tanto como la Fiesta misma.
Casi sin darse cuenta, luego de estar una hora al aire libre, en menos de diez minutos los casi 400 invitados aparecen en cada una de sus ubicaciones ya instalados en las mesas.
La señal de Artear, a través de Cana 9 Litoral, pone al aire las primeras imágenes para dos provincias. El binomio de conducción se repite: Germán Paolosky junto a Eva Batié. Se rompe la noche con la aparición de los integrantes de la Agencia Santa Fe Deportes y comienza la premiación.
En menos de dos horas, con una ceremonia ágil y entretenida, se llega al momento culminante y es Jerónimo De la Fuente, el deportista del año, algo que se da por primera vez en 23 ediciones: nunca antes un rugbier se había consagrado como el mejor.
La múltiple pantalla de Led montada por Daniel Ulla y su gente ilumina como nunca el gran momento de la noche cuando los conductores develan el misterio final.
Una fuerte presencia política, un contundente respaldo institucional del deporte (desde el presidente de la UAR Carlos Araujo hasta los presidentes de Rosario Central y Atlético Rafaela), con figuras como Claudio Gugnali, Bebu Girolami, Andrés Pelussi, los jugadores de Unión, Leo Madelón, las mujeres boxeadoras campeonas del mundo y tantos deportistas que con mucho esfuerzo vieron que hay recompensa con forma de estatuilla.
El final, cuando la TV dice basta, es tan inentendible como hace primera hora de recepción. Porque el reloj marca pasada la primera hora del otro, sin embargo a pesar que es jornada laborable, muchos quedan haciendo balance en las mesas mientras las burbujas del champagne suben por las copas.
Hoy, después de mucho tiempo, el deportista santafesino de distintos puntos de la provincia invencible sabe que tiene un lugar ganado. Algunos pueden estar, otros siguen compitiendo a esta altura del año y muchos son representados por sus familiares.
Pasó otro año en el almanaque. Con alegrías y tristezas, con buenas marcas, con decepciones, con esperanzas para lo que viene en el futuro. Otra gala inolvidable del deporte en Santa Fe pasó en la capital de la provincia. Claro que, ahora, la repercusión de lo que dejó la premiación de 35 disciplinas y varios reconocimientos especiales se hace extensivo en toda la geografía provincial.